Por qué comprar joyas italianas y cómo reconocerlas

CALIDAD Y DISEÑO

Nuestro país cuenta con numerosas primicias en el sector de la orfebrería: ocupa el primer lugar en cuanto a volumen de producción, exportación de joyas, número de empresas, historia y tradición orfebre, calidad, innovaciones tecnológicas y maestría en el diseño. Además, gracias a su red de talleres de orfebrería altamente profesionales y competentes, Italia ostenta el récord de compra de joyas de oro.

LEY PARA LA PROTECCIÓN DEL CLIENTE Y DEL MADE IN ITALY

La ley italiana exige que el productor aplique a cada objeto de oro una marca que represente la finura del oro (750) y otra que describa la marca de identificación del fabricante, asignada por el organismo estatal designado.

Por lo tanto, si compras una joya italiana, encontrarás en ella la marca 750, este número identifica la cantidad de metal puro presente en cada joya, y se expresa en milésimas.

Esto significa que en tu joya de 1000 partes, 750 son oro puro, mientras que las 250 restantes son otros metales como cobre o plata.

La otra marca que encontrarás es la de identificación, que permite determinar el origen y el productor a través de un código asignado por la Oficina Métrica Italiana, precedido de una estrella y combinado con la abreviatura de la provincia italiana en la que está ubicada la empresa.

En muchos países del mundo la pureza del oro se indica en quilates, por lo que nuestra marca 750 es el equivalente exacto a 18k.

Mientras que para joyas de 9k, nuestro equivalente es 375.

Volviendo a la pregunta inicial, además de ser siempre de alta calidad, una joya italiana ofrece al cliente una doble protección con el sello de la pureza del oro 750 y con la marca del productor, que permite al cliente poder rastrear en cualquier momento qué fabricante italiano ha realizado la joya.